lunes, 8 de septiembre de 2008

Marzo 2007 - Tango Mío







Sobre una cierta moda femenina de “mover el traste y los hombros bailando”, como dijo Vilma Vega* y la búsqueda de identidad.









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Hace años escuché decir a Carlos Petróleo, creador junto con sus amigos de complejas figuras del tango hacia fines de los ’30: En el tango no hay patrones a seguir, cada uno lo baila como quiere… con el brazo así… o así… (subía y bajaba exageradamente el brazo izquierdo mostrando distintas posiciones del abrazo). Un adelantado. Con decir que, de Tango X 2, la coreografía que más le gustaba era “Nostálgico” de Oscar Aráiz, que era contemporánea. Para él, lo demás era antiguo, su entusiasmo estaba puesto en la novedad y la originalidad.
En lo referente al tango, todos nos creemos dueños de la verdad , porque tiene que ver con la diversidad y eso es lo que lo hace tan rico. Lo que me queda bien a mí, quizás a otro, no. Está en la imaginación e inteligencia de cada uno cambiarlo, adaptarlo, recrearlo o desecharlo. Y justamente se trata de adueñarse enteramente del propio movimiento, ahí está la clave. No tomar prestado lo que hacen otros. Propongo empezar a partir de formas neutras en cuanto a postura, abrazo y movimiento. Y dejar que vaya surgiendo naturalmente la propia, única y personal manera de bailar.
Sucede que se desatan modas de determinados estilos, abrazos, dinámicas, posiciones de los brazos y las manos, etcétera. Hay una tendencia a copiar tal cual al pionero de la moda porque funciona. Así vemos cantidades de clones y copias fieles. Al cabo de ver mucho clon, se aburre la vista. Y lo que sorprende y llama la atención, ¡¡¡es lo diferente!!!


Sobre los dichos de ‘la Vega’, no me molesta que las chicas se contoneen con gracia, todo evoluciona y hay que aceptar la evolución. Hay algunas a las que les queda francamente bien, como a Geraldine Rojas, bailarina que ha generado de los más grandes aportes al baile femenino en los últimos tiempos. Es notable en ella la osadía y transgresión en el movimiento, pero con tal naturalidad que resulta orgánico. Hay algo más suelto y expresivo en el tango de hoy. El problema radica cuando el movimiento no es natural. Cuando está “puesto” o “exagerado” y dificulta la fluidez del baile, o la interacción con el otro, sólo por el mero hecho de estar a la moda. Hay una consecuencia natural del cambio de peso de un pie al otro que puede dar un sutil balanceo, pero si se le agrega una intención extra, al hombre se le puede dificultar entender sobre qué pierna tiene el peso ella, por ende, complicar la guía del baile.
En síntesis: sirve la inspiración de otros creadores, todos nos inspiramos en otros. Pero lo fundamental es buscar el propio estilo: funcional, original, pero básicamente natural y cómodo para la pareja. Descubrir mi tango.
Además, la moda dura sólo una temporada…

*Entrevista a Fernando Galera y Vilma Vega, El Tangauta Nº 147 (enero 2007) •

Copyright © El Tangauta 2007

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My Tango

About a certain female fashion of “moving their fanny and shoulders while dancing”, as Vilma Vega mentioned* and the search for one’s identity.

Years ago I heard Carlos Petróleo who around the 30’s was the creator along with his friends of complex tango steps - say: In tango there are no patterns that must be followed, each one dances as he or she wants… with the arm here… or here… (his left arm went up and down exaggeratedly showing different positions for the embrace). A pioneer. His favorite choreography in Tango X 2 was "Nostalgic" by Oscar Aráiz, which was contemporary. Everything else for him was old; his enthusiasm was on what was new and in originality.
When it comes to tango, we all believe we own the truth, because tango is about diversity and that is what makes it so rich. What looks good on me, perhaps does not work for someone else. It is up to the imagination and intelligence of each one of us to change, adapt, re-create or reject it. And it is about completely owning one’s movement, there is the key. Not borrowing what others do. I propose to start with neutral posture, embrace and movement. And from there to naturally allow one’s own, unique and personal way of dancing to happen. Certain styles, embraces, dynamic, positions of the arms and the hands, etc. become fashionable. There is a tendency to copy the pioneer of that fashion because it works. Thus we see lots of clones and faithful copies. After looking at a lot of clones, the view gets boring. And what surprises and catches the attention…is what’s different!!!

As for what Vega said, it does not bother me that girls sway with grace, everything evolves and one must accept evolution. Some of them look really great, like Geraldine Rojas, a dancer that has made one of the largest contributions to female dancing in recent times. The boldness and transgression of her movement are remarkable, but she does it so naturally that it looks organic. Today’s tango is somewhat more relaxed and expressive. The problem happens when the movement is not natural. When it is “forced” or “exaggerated” and complicates the fluency of the dance, or the interaction with the partner, only because it is fashionable. The natural consequence of the change of weight from one foot to the other is a subtle swaying, but if extra intention is added, it can be difficult for the man to understand on what leg the woman has her weight, therefore making leading her complicated.
In synthesis: it helps to take inspiration from other creators, we all do. But it is fundamental to seek one’s own style: functional, original, but basically natural and comfortable for the couple. To discover my tango.
Besides, fashion only last for one season…

*Interview with Fernando Galera and Vilma Vega, El Tangauta Nº 147 (January 2007) •

Copyright © El Tangauta 2007

Publicado en El Tangauta - EDICION nro 149
Traducción: Dolores Longo.

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